Porque el lenguaje no es algo que se pueda tomar a
broma y porque nada es imposible, hoy Virginia Jiménez Rosigue ha demostrado lo lejos que se
puede llegar sin prejuicios hacia ninguna lengua.
Es la primera vez que una alumna sorda participa en una
final de la Olimpiada Lingüística, así que, después de atender a las
explicaciones de las normas generales en lengua de signos, se puso manos a la
obra, junto con otros 70 compañeros de muchos institutos, para intentar
descifrar frases hindis, notaciones
en diofanto, nombres japoneses, derechos humanos en lengua luganda ¡y hasta un
poco de poesía vietnamita!
Ella misma confesó que al principio no se le ocurría nada, hasta
que de repente, vio clara la solución de la lengua india y se puso a ello.
¡Enhorabuena y suerte!
Aquí tenéis algunos momentos de este día tan emocionante:
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